Valle san Joaquin, Calif. - Migrantes del Valle San Joaquín reaccionaron con desepción y enojo al darse cuenta del acurdo que el sindicato de Trabajadores Agrícolas de América (UFW) firmó con el gobierno de Michoacán para reclutar y que nuevos migrantes obtengan una visa temporal de trabajo c onocida como el H-2A que les permite trabajar por temporadas de hasta 6 meses en labores agrícolas muy parecido al programa bracero de las decadas de los 40s, 50s, y 60s.
En abril, Arturo Rodriguez, presidente de la UFW, viajó a Michoacán para firmar el pacto de colaboración para que al menos 20 mil migrantes michoacanos puedan ingresar legalmente a los Estados Unidos a trabajar en la agricultura. El gobernador del estado Leonel Godoy y la titular de la Secretaría del Migrante, Alma Griselda Valencia, se comprometieron a reclutar y escoger a los aspirantes a migrantes a través de municipios con más marginación en el estado. Michoacán es el primer estado de México expulsor de mano de obra donde el gobierno cuenta hasta con una secretaría para sus migrante fortaleciendo más la cultura de emigrar y ahora hasta de contratar y reclutar la mano de obra para beneficio de la multimillonaria agroindustria norteaméricana.
En una reciente reunión de migrantes en el valle, el Dr. Manuel Mireles, ex candidato migrante a diputado local de Michoacán, dijo al grupo por via teléfonica, que tal vez serán hasta 50 mil visas y pidio apoyo para el programa ‘Trabajador Huesped’ “porque hay otros estados más competiendo por las visas”. Dijo quien en su campaña para diputado prometio luchar por detener la migración, ahora es empleado en el departamento Estatal de Salud quien además anuncio que él será el encargado de los examenes médicos. A la prgunta de que pasara con los indocumentados que aquí trabajan y luchan por tener un día la legalización, el doctor respondio “tendrán que regresarse a Michoacán para solicitar una visa”.
En California o al menos en el Valle Central, la mayoria de los grupos pro-inmigrantes estan en contra de este convenio entre la UFW y Michoacán de trabajadores huespedes o programa braceros. Octavio Santiago un trabajador agrícola viajó a la Florida a la pizca de naranja. En Immokalee Florida participó con el sindicato de la Coalición de Trabajadores de Imokalee, pero al no poder encontrar trabajo en el campo, se tuvo que regresar de nuevo a Stockton al corte del esparrago.
“Muchos han llegado de México con visas de trabajo y nos han dezplazado a los indocumentados mexicanos que ya tenemos años trabajando aquí esperando una oportunidad para legalizarnos” agregó Santiago. Joaquin Peral, migrante michoacano que radica en Turlock Calif., acaba de regresar de su natal Santiago Tangamandapio y comenta que ya se esta dando un coyotaje donde estan cobrando
hasta $500 pesos por comenzar a procesar esas visas.
Teresa Martinez, activista de Stockton quien coordino recientemente una campaña de cartas oponiendose a cambios federales al H2-A, considera que revivir un nuevo programa bracero sin consultar a los migrantes que aquí radican es una falta de respeto a quienes ya enfrentan una competencia diaria por los pocos empleos en la agrícultura “esto nos dividira más y va crear diferentes clases de trabajadores migrantes y traera nuevos abusos”. Para Miguel Robles coordinador de la Alianza por Derechos de los Inmigrantes en San Francisco, dice que estos acuerdos crean la sectarización del movimiento proinmigrante. “¿Porque no defienden la legalización de los trabajadores indocumentados que ya estan aquí? y agrega “este pacto promueve una oleada de nuevos trabajadores que reemplazaran a quienes ya estan aquí incluso con los que ya tienen papeles”.
La mayoria de los inmigrantes coincide que quienes firmaron este acuerdo lo hacen como una defensa descarada de sus intereses que no hacen otra cosa que promover la deportación y marginación de los trabajadores indocumentados.
La administración del presidente Bush ha propuesto nuevas reglas para modificar el programa federal de trabajadores huéspedes conocido como H-2 A que permite a trabajadores extranjeros entrar al país legalmente por un determinado tiempo para trabajar en la agrícultura. Los cambios permitiran a que mas migrantes ingresar al país flexibilizando el proceso burocratico para beneficiar a la industria agrícola del país. Actualmente son 40 mil que entran al país con estas visas. Organizaciones pro inmigrantes organizaron una campaña de cartas a Washington oponiendose a los cambio.
A continuación, parte del texto de la carta: “Yo, el abajo firmante, y quienes radicamos en el Valle Central de California, conocemos y afirmamos que hay una abundaría de rabajadores en la agrícultura. En la actualidad, miles de trabajadores de la industria de la construcción y de otros servicios, han regresado a los campos agrícolas en busca de empleo por la crisis económica que nos ha afectado, lo que hace más abundante la mano de obra para la agrícultura. Por este motivo, creemos que no es necesario modificar el programa H-2 A porque ya es un problema la falta de empleos en la agrícultura.
Además apoyo y considero que es de prioridad reconocer a los trabajadores que actualmente laboran en los campos agrícolas sin documentos, son ellos a los que se les debe dar una oportunidad porque han laborado por años aportando sus conocimientos y pagando impuestos al país. Apoyo a que todo trabajador que labora dentro de los Estados Unidos se les debe de pagar al menos lo que la ley del salario minimo de los estados, y estar protegidos bajo las leyes estatales y federales que rigen en los estados y el país”.
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