Los poblados inconformes,- mismos que congregan a poco más del 70 por ciento de la población indígena-, admiten que solo harán respetar el horario de dios, los alcaldes solo piden al gobierno un respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
En Oaxaca por lo menos unos 418 de 570 ayuntamientos, la mayoría regidos bajo el sistema de usos y costumbres, no acataron el horario de verano. Tampoco lo respetarán un total de 13 mil escuelas, donde acuden un millón 126 mil alumnos.
Los poblados inconformes,- mismos que congregan a poco más del 70 por ciento de la población indígena-, admiten que solo harán respetar el horario de dios, los alcaldes solo piden al gobierno un respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
Mientras tanto los profesores de la sección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, admite que su oposición al horario tiene un origen en su lucha histórico contra el estado.
En lo general en Oaxaca prevalece una rebeldía abierta en contra del horario de verano. Quizá por desconocer los beneficios que ofrece. Sin embargo las oposiciones son diversas.
Es en San Juan Mixtepec, Juxtlahuaca, - un poblado que se encuentra localizada a poco más de 245 kilómetros de la capital oaxaqueña- , y donde el reloj de la iglesia de lugar define y marca las horas, los lugareños, -la mayoría labriegos- rigen su tiempo con la salida del sol.
“El astro rey salen por el oriente y se oculta por el poniente. Cuando apenas se asoma se escucha el puntual cantar de los gallos, es la hora del trabajo”.
Asi lo sostiene Gregorio Santos es un campesino que prepara su arado y rige su jornada laboral en la medida que empieza a ser calor y se ilumina el día. “Yo no tengo reloj, eso es solo para la gente pudiente”.
En ese sentido el profesor de la escuela primaria Ernesto Santos, expone que en las zonas rurales “No podemos obligar a nadie adelantar sus tiempos, pues el reloj que rige a los lugereños es el biológico”.
En el lugar el presidente municipal, Hilario Gómez Salazar- quien tuvo que escalar según la norma consuetudinaria, del puesto de topil hasta llegar a mandar a su pueblo- , defiende la postura de su pueblo que no refleja una rebeldía, sino un respeto a sus propios derechos, mismos que no tienen que ver con los que deciden los de arriba, porque nuestra fuerza es la voluntad del pueblo”.
Sin embargo para el subsecretario de gobierno Javier Jimenez Herrera la decisión asumida por un importante numero de municipios en contra de no acatar el horario de verano, refleja solo la plena la autonomía con que cuenta en Oaxaca los pueblos indígena, mismo que pueden decidir y resolver, bajos sus propios canones que los conviene y que pueden desechar como ordenanza del llamado derecho positivo.
“No creemos que Oaxaca asuma una posición de unilateralidad, sino solo hace valer su complementariada en base a su propiad diversidad cultural”.
Sin embargo aseguró se esta buscando un acoplamiento a sus resoluciones en la medida de evitar trastornos que lastimen y afecten aún más la gobernabilidad y paz social de la entidad.
En otro municipio donde el horario de verano no existe es en San Bartolomé Ayautla, un poblado enclavado en la Sierra Mazateca, donde el tiempo lo define la naturaleza.
Muy temprano antes de amanecer hay una densa niebla que cubre el poblado y los caminos que se despeja cuando el solo empieza a surgir del horizonte.
El agente municipal del lugar Quirino Bravo, admite la gente sabe cuando tiene que salir a trabajar al campo, sin importarle tener un reloj en la muñeca, solo conocer su propio ambiente.
“Desde mi abuelo, hasta hoy yo entiendo el tiempo por instinto más que manecilla y horarios.
Eso del horario de verano que se ejerza en la ciudad aquí manda nuestro tata y nuestra normas.
Para arribar a san Bartolomé Ayautla hay que avanzar por la intricada Sierra Mazateca, donde se ven pequeñas rancherías, donde los niños que van al escuela salen cuando “el sol empieza a subir las veredas”.
Será el próximo 12 de abril cuando regresen a clases más de un millón 300 mil estudiantes de nivel básico, que no respetarán el horario de verano, como parte de los acuerdos realizados por el magisterio oaxaqueño.
Los 70 mil docentes no acatarán el horario de verano en las 13 mil instituciones educativas de la entidad y también poblados que congregan a poco más del 70 por ciento de la población indígena-, admiten que solo harán respetar el horario de dios, los alcaldes solo piden al gobierno un respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
Según el Presidente Estatal de la Asociación de Padres de Familia, Efraín Morales Sánchez la rebeldía por no acatar el horario de verano inició con el propio magisterio, quien en diversas comunidades y municipios ha manipulado las asambleas comunitarias para desechar la medida.
Dijo que las afectaciones son graves porque existe un desajuste, un descontrol de la vida en las comunidades, porque se atrasa desde los servicios públicos, hasta las actividades comerciales.
Reconoció que el abuso en medida se ha generalizado alcanzado algunos municipios cercanos a la capital, donde hay inconformidad de los padres de familias por que en las escuelas no se respetan los tiempos legales.
“No es posible que en un municipio conurbano a la ciudad, los maestros se empecinen en trabajar con el horario de invierno.
Muchos tenemos que llegar tarde a nuestros trabajos porque los niños entran a un hora más tarde a sus actividades”.
Oscar Rodríguez/Corresponsal Milenio
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