Tanto peca el que mata la vaca; como el que le agarra la pata

Oaxaca de Juárez, 22 de julio. Definitivamente no encuentro la explicación lógica, racional o legal que me permita entender porqué a los ojos de todo el mundo, y lo digo entendiendo bien el concepto, de por qué aunque se está cometiendo un delito flagrante, aceptado tácita y explícitamente por quien lo comete, y, a pesar de ello prácticamente no se hace nada.

Desde hace más de un mes y medio, 35 campesino de Buena Vista Yosoñama, fueron secuestrados violentamente por un grupo armado de comuneros de San Juan Mixtepec. Desde entonces, los afectados no han podido cambiarse de ropa, comunicarse con ningún familiar ni amigo de ningún tipo, son obligados a hacer sus necesidades fisiológicas en botes y a comer lo poco que les dan, con la insalubridad que causa el estar encerrado en un lugar con los olores fétidos de los excrementos y,…para que seguir comentando.

Por su parte, los secuestradores aceptan tener en su poder a los 35 campesinos e insisten absurda e irracionalmente, liberarlos siempre y cuando renuncien a la tierra que siempre han poseído y que arbitrariamente, el Tribunal Unitario Agrario numero 46 de Huajuapan de León, se la otorga a los comuneros de San Juan Mixtepec. Sobre esta base quiere, San Juan Mixtepec, cambiar la vida de 35 campesinos por 1800 hectáreas que nunca han poseído. Quienes dirigen a los secuestradores se han erigido en juez y parte y pretenden imponer su criterio, sus leyes y su manera de concebir los problemas a la parte contraria, que son campesinos igual de humildes y desprotegidos que ellos. Los secuestradores hacen a un lado, ignoran o retan a todas las leyes e instancias de poder que existan en nuestro país. Ellos dicen que pueden secuestrar y mantener en su poder la vida de 35 campesinos y así lo hacen.

El hecho ha sido denunciado por parte de Antorcha Campesina a nivel estatal y nacional y muchos medios de comunicación en el país, y en el mundo, han informado también del mismo; sin embargo, prácticamente nadie está haciendo nada para atacar tan grave injusticia. El Gobierno Estatal se ha dedicado a solicitar mesas de negociación con los secuestradores: ¿Desde cuándo se negocia con los delincuentes? ¿Las leyes se negocian o se aplican? ¿Quién comete un delito puede negociar? ¿Hay que pedirles a los delincuentes "por favor" dejen de cometer el delito?

Por esa vía entraríamos en la anarquía absoluta en la que cada quien se va a hacer justicia con su propia mano.

El gobierno federal tiene una actitud peor, pues se ha desentendido absolutamente del problema y ninguna de las instancias que podrían o deberían intervenir, lo ha hecho. ¿por qué? No sabemos, lo más seguro es que sea por pugnas políticas, pero nunca será porque desconozca los delitos que se están cometiendo por parte de los secuestradores de San Juan Mixtepec.

Otras instancias de derechos humanos, de la iglesia, o de otros sectores sociales que tan "solidarias" y "preocupadas" denuncian los hechos y piden justicia en otros casos, por esta vez, sus voces y denuncias "brillan" por su ausencia.

Solamente Antorcha Campesina y el FNIC hemos estado denunciando el hecho y realizando acciones para que el gobierno del Estado libere a los 35 retenidos, pero, como si clamaramos en el desierto. Nadie nos oye ni hace nada.

De los resultados de este acto injusto e ilegal, serán responsables el Gobierno del Estado y Federal, pues uno por su tibieza y otro por su negativa a intervenir, serán responsables de las buenas o malas consecuencias.

En un estado de derecho, como en el que se supone vivimos, se deben y se tienen que aplicar las leyes a quien las viole. Si no se hace, se está siendo cómplice, pues por ese hecho se protege a quienes descarada y cínicamente aceptan ser los secuestradores. Las cosas no se pueden entender de otra manera.

El plantón de Antorcha Campesina, tiene el objetivo de exigir al Gobierno del Estado, que resuelva el caso de Mixtepec y que intervenga con los funcionarios del gobierno actual, para que cumplan con los compromisos de atención a la demanda social hechos con la dirigencia de Antorcha Campesina para solucionar problemas ancestrales de los pueblos de Oaxaca. Nuestra protesta no tiene otro objetivo.

Hacemos uso de nuestro derecho de solicitar y protestar pacíficamente, si a pesar de ello, se violenta también nuestro derecho a la manifestación, los antorchistas protestaremos enérgica y masivamente cada vez más, contra las injusticias que se cometan con nuestros agremiados.

En estos momentos sólo pedimos justicia y cumplimiento a los acuerdos pactados.